sábado, 4 de octubre de 2008

sábado, 20 de septiembre de 2008

Sigo siento "mi´jito"

Yo tengo 40 años y sigo siendo "mi´jito" para mis papás! Y me hace sentir bien, como protegido, como importante.

Te imaginás en un mundo que no cambia de ninguna manera, no crecés, sos un niño eterno como lo es Peter Pan, pero con la diferencia que es por gusto de tus papás y no por gusto tuyo.

Algunas veces me siento ridículo cuando me llaman así frente a mis amigos, pero otras veces les agradezco tanto, sobre todo cuando me siento vencido y agotado, cuando el cansancio de salir bien ante el mundo se hace insoportable. Con ellos puedo sentirme pequeño, puedo sentirme abatido, puedo sentirme incompetente, puedo sentirme yo, sin tener la necesidad de demostrar (ni siquiera a mi mismo) que soy un triunfador.

Mis papás seguirán siendo mis papás por la eternidad, quizás ya no tenga necesidad de pasarme a su cama en la noche, pero al menos podré pasar por su casa cuando tenga ese vacío enorme en mi pecho. El calorcito de los viejos en inmejorable, a pesar de las peleas y las diferencias de opinión con mi viejo, su fuerza también me alienta y cuando se junta con la de mi vieja, es como alcanzar la gloria.

Es maravilloso ser el niño chiquito.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Los gelatinosos

El título es tuyo sí, pero de ambos la historia por lo visto.

Muchas veces me pregunto que hacías vos, mientras yo era chico y me divertía a mi manera. Me pregunto también, como serías durante tu escuela, mientras yo bregaba con la mía.

Como sería verte de estudiante y como sería verte de hermano, de travieso, de hijo, de inventor. Yo se como era yo. Sé como me divertía y como sufría. A lo mejor sufrimos al mismo tiempo, a lo mejor nos reímos de las mismas cosas y a la vez, pero nunca lo supimos.

Por eso me divierten tus historias, pero me divierten más cuando tus viejos se involucran porque es como escuchar a los míos contando la misma situación.

No sé si es que todos los niños son iguales, pero yo prefiero asumir que vos y yo, fuimos siempre el uno para el otro; desde chicos, no crees?

Los gelatinosos fue tu juego de viaje con tus hermanos, los míos y yo no le teníamos nombre, pero jugabamos igual y sufríamos igual. Yo desde mi perspectiva de hermano menor y vos desde la tuya de hermano mayor. Que curioso, cierto? A lo mejor vomitábamos al mismo tiempo, quien sabe.

Muchas veces tuve que verte y vos a mi, pero muchas veces nos ignoramos hasta el día en que tuvo que sembrarse la semilla que daría paso a la cosecha de veinte años después. Pensaste en ello alguna vez? Yo sí, muchas.

martes, 19 de agosto de 2008

Luna, la que mengua


Qué conocés de la luna, sal?

Conocés sus circuitos, sus entradas, sus salidas?

Conocés acaso cuando viene y cuando se va?

Has notado su rostro de verguenza y su cara de triunfo?

La luna, cuando mengua, es una maestra de la magia. Termina el día y todo queda en penumbras, todo es oscuro, tan oscuro que es imposible ver si no tenés una linterna. Pasan unas pocas horas y luego todo lo ilumina, porque nada es más oscuro que cuando va a salir la luz.

La oscuridad se alarga conforme mengua, pero menguando aún, es capáz de enfrentar al sol cuando amanece.

Aprende a ser como la luna. Menguante y altiva. Todo es perfección, aprende a reconocerla.

domingo, 3 de agosto de 2008

Estereotipos

Odio los estereotipos, los odio con todas mis fuerzas porque para mi la vida no es una paleta de colores establecidos sino más bién una inmensa gama de posibles combinaciones entre esos colores, que pueden dar como resultado una tonalidad distinta para vos o para mi.

Aún así, he de confesar que no hay más que ajustarse a ellos, al menos de manera preliminar.

Empecé traveseando un poco el mundo de la internet mediante los buscadores, mi generación no fue una generación que creció con esta tecnología sino que más bien tuvimos que ajustarnos a ella y aprender durante la marcha. Tuve que hacer un esfuerzo grande para evitarme temores de adaptación y la razón fue más bien por vergueza que por convicción personal. Todos mis amigos tenían desde un simple correo electrónico (básicamente era lo único que yo aprovechaba de este mundo cibernético) hasta una compleja página web donde daban a conocer sus gustos y compartian esa información con el mundo entero.

Así pues, inventé una manera de ajustarme (tarde) a esta nueva etapa de la evolución humana, leyendo todos los foros a los que podía ingresar, solamente con la consigna de enterarme del funcionamiento de esa herramienta. Una de esas búsquedas de conocimiento, me llevó al foro más vulgar y poco interesante al que he tomado parte, era un foro cuyos participantes eran todos de mi país y cada uno entraba, literalmente, a cagarse de cualquier cosa; como es de suponerse, nuestro presidente era el blanco más apetecido, pero también lo era el director técnico de la selección mayor, los profesores de las Universidades más populares del país, el editor de los periódicos de más circulación, los directores de los noticieros más populares, los taxistas, los autobuseros, los grandes empresarios y por supuesto, todos los políticos que estan a favor de la globalización, por que he de contarles que me encontré con un grupo de ciudadanos de extrema derecha (o izquierda, pal caso es lo mismo, en materia de extremismos) que lo único que les gustaba era pasarsela criticando sin aportar la menor alternativa de solución a los muchos problemas que ellos exponían. Quizás fue mi falta de interés en el campo político o mi total desapego a los temas materiales de los "bugas", lo que me hizo empezar a postear temas un poco más complejos y relacionados con psique humana, tratando de desviar la atención de los participantes de sus acostumbrados madrazos al personaje de la semana; fallidos intentos me hicieron caer en la cuenta de que mi tiempo se desperdiciaba terriblemente, así que a punto estaba de correr deseseperado hacia otro mundo, cuando apareció este simpático personaje, dando un poco de atención a mis intentos de nuevos temas.

Como es de esperarse, pronto establecimos una comunicación más directa y con mayor dinamismo, pero seguíamos escondidos detrás de nuestros sobrenombres. Pronto descubrí que se trataba de una niña muy educada, quien tenía una excelente forma de redactar y además, un incalculable valor del verbo, combinado con muchísima información literaria y del acontecer mundial, por no decir que del universo entero, de tal manera que era supremamente delicioso entablar una conversación con ella sobre casi cualquier tema. Apoyados en un supuesto libro que yo quería leer (no lo he hecho aún, después de más de cuatro años) y que ella tenía y que además, podía y quería prestarme, tomamos la decisión de botar nuestras máscaras y nos dijimos primero, nuestros nombres reales, luego nuestros números telefónicos y zaz...solamente faltaba que nos encontraramos.

Un poco preocupado por las malas interpretaciones y conocedor de historias románticas generadas a través del internet, decidí que ella, debía conocer quien soy yo y así evitaríamos grandes desepciones futuras. Una de las primeras cosas que le conté, una vez que iniciamos un intercambio de llamadas, fue que su nuevo amigo era loca y que no había ninguna posibilidad de que eso fuera a variar en los próximos, digamos que, 100 años?

Lo tomó tan bien, pero tan bien, que decidió que debíamos conocernos de inmediato. Nuestra primera cita fue en uno de los lugares que más me gusta, el café Il Panino, muy cerca de mi casa en aquel momento y al parecer cerca de la casa de ella también. Nos contamos de todo, de sus complicadísimas relaciones con los hombres y las super bien estructuradas relaciones mías con ese mismo grupo humano. Nos contamos sobre nuestras actuales estados maritales y también sobre nuestros trabajos, nuestros gustos y nuestros grupos de amigos. Ella tenía una manía extraña de enfocar su conversación hacia la inteligencia de las mujeres, pero también hacia la imagen de las mujeres actuales. He de confesarles que ella, solamente tenía claro la imagen intelectual suya, pues su imagen física andaba un poco desfasada de la actualidad; sin embargo, solo ahora soy conciente de ello, porque yo...ni bolas le paré a ese detalle.

De no ser porque mi interlocutor sea un hermoso especímen masculino, poca atención le pongo a los detalles visuales de las feminas, sobre todo cuando su personalidad es mucho más interesante que su físico y este era el caso. Me descubrí totalmente embobado por su manera de hablar y por sus temas de conversación, por su carrera profesional y por sus ideas de la vida y en ese momento decidí, que seríamos amigos para tota la vida, nada más cliché que una loca que tiene por mejor amiga a una mujer encantadora e inteligente y por supuesto una mujer inteligente teniendo una amiga loca. ERROR!!!!

Nuestra segunda cita fué un poco más personal, me invitó a tomar café a su apartamento y los temas de conversación estuvieron mucho más enfocados hacia su actual vida social, incluyendo novio, papá, hermano, amigos especiales y por supuesto, una mejor y glamurosa amiga mujer. Me enteré que su papá era un reconocido arquitecto y su mamá era una mujer de negocios que vive en el extranjero, que su mejor amiga es una cuasi diva de sociedad, que está total y personalmente involucrada con la moda y que su hermano tenía por novia, una despampanante rubia, total y completamente divina.

Con más confianza empezó a llevarme más hacia la intimidad de su departamento y de su vida y cuando menos lo imaginé, estaba yo sentado en su cama frente a su ropero, que por cierto tenía las puertas abiertas de par en par. Ella sacaba sin control blusas y pantalones, enaguas y zapatos, ropa interior, accesorios, bolsos y abalorios, maquillaje (nuevo, totalmente nuevo y sin usar) y me empezó a innundar de preguntas respecto a las mejores combinaciones y sobre mi opinión desde los colores, hasta las formas y nombres de las telas y encajes con los que estaban hechas sus ropas. Al parecer no tenía ni la menor idea de como combinar su ropa y también creía que tenía que hacer una renovación a su ropero. Luego me paseó por su departamento, innundándome esta vez con preguntas sobre mi opinión de la decoración y de los muebles y de los colores. Mientras eso sucedía, yo empecé a sentirme mareado de tanta información que tenía frente a mis ojos, pero no por la información misma, sino por la idea que tenía ella de que yo debía analizarla, clasificarla y además, ofrecer mi opinión de loca, para hacer de su vida, una mejor y más llevadera aceptación suya en la sociedad.

Veía frente a mis ojos una mujer desesperada por aceptación urbana, que como último y desesperado recurso, se encomendó a las manos de una amiga loca para mejorar su roll en la sociedad. ERROR!!! yo, de decoración y de moda, NADA! Tengo apenas tiempo para pasarme las manos por mi pelo antes de salir a trabajar, mi circulo profesional estaba en ese momento formado por vendedores navieros y agrónomos, camioneros y el grupo más refinado con quien podía tratar, eran gerentes de transportistas urbanos, así que de moda...nada y de decoración de interiores, hasta ese día pensé que podría ser importante en la vida de un gay.

Quedó tan desepcionada con mis sugerencias como yo de su preguntadera y estupido proceder basado en estereotipos. Le ofrecí un par de recomendaciones sobre cuáles atuendos debía enviar directo al basurero, no por mi gusto de loca, sino porque dañaban las retinas de los ojos tanto de una princesita, como de un vaquero, con solo mirarlos. Luego, empecé a conversar sobre mis tiempos, mis amigos y mis gustos, que van desde sentarme un domingo al medio día a ver un partido de futbol, hasta salir a montar en bicicleta por la montaña y llegar a la casa con barro hasta por los huecos de las orejas, esperando que así, diera por sentado que yo, no era esa clase de gay que se la pasan ojeando Vouge o Vanidades o viendo I Entertaiment Television o cosas por el estilo, que si bien, me entretienen a más no poder, no podría dictar una cátedra de buen gusto en materia femenina.

Han pasado más de cuatro años desde ese episodio, cada vez tengo menos contacto con mi amiga la brujilla (su nick en aquel foro) y quien más tarde me introduciría en el mundo de los blogs. Tengo un especial cariño hacia ella, pero entiendo que no tenemos nada en común. Me he enterado que ahora es íntima amiga de una conocida loca amiga mía, quien por supuesto, calza a la perfección con el tipo de amigas gay que esperaba la Brujilla. Maravilla la psique humana, Dios las hace y ellas se juntan.

jueves, 31 de julio de 2008

Los cabécares

Sus ojos buscaban un punto para colgar su angustia. Buscaba incesante un momento para ver los míos, pero trataba de evitar hacerlo cuando yo la miraba. Con visibles marcas de su trabajo duro en el campo, esperaba impaciente que tenía yo que decir, primero como sin interés, pero con marcada curiosidad.

¿Qué tendrá el hombre blanco que decirme a mi sobre mi trabajo?

Nada, evidentemente su trabajo está completamente controlado, la experiencia ha surtido efecto real sobre las aplicaciones de abonos (orgánicos), momentos para cosecha y fechas exactas para siembra, todo aprendido desde su infancia y por supuesto de sus antepasados experimentados y conocedores de los dioses de la tierra y de las plantas y de la agricultura.

Hoy está más cercana a la cultura de nuestro país, pero sus costumbres cabécar la enraizan en un sitio geográfico del país, en donde el país entero se olvida de su existencia, menos ella misma.

Otros como ella, apenas y sonrien, tímidos y curiosos me miran como tratando de entender mis mensajes corporales, sus miradas son como de niños que no tienen reparo en analizar lo que ven y por poco me intimido. Empiezo con mis lineas introductorias solamente por formalismo empresarial, pero a las pocas, me olvido del guión y me ubico en el contexto y empiezo por preguntar palabras en cabécar, poco sirven mis intentos de romper una barrera de comunicación, pero lo sigo intentando cada vez con más determinación hasta que, consigo anclar mi mirada en sus ojos y lanzo el comentario: "yo vengo a que me enseñen, nada tengo yo que mostrarles a ustedes"

Fue una experiencia como pocas; no me olvidaré nunca de la sensación que me abrigó al darme cuenta que esta vez, estaba del lado contrario del mundo de los negocios. Hace años trabajé para la empresa que se aprovechaba de su esfuerzo, hoy trabajo para hacer de ellos, los mejores empresarios que puedan llegar a ser.

viernes, 6 de junio de 2008

sábado, 31 de mayo de 2008

Los recuerdos se apoderan de mi

Es como andar por esos caminos por los que nunca querés atravesar, es como enfrentarse a tu propio yo y discutir con él, sobre lo que pensás y sobre lo que sentís y yo siempre he sido malo para hacer esas comparaciones y más malo aún para pensar sobre lo que siento y todavía más malo para sentir lo que pienso.

Si te cuento la falta que me hacés, temo contribuir a mi antojo por verte pronto; si me quedo con el comentario, puedo contribuir con la posibilidad de dejarlo sin importancia y ambas cosas son imposibles de aceptar.

Así las cosas, quiero dejar constancia de las ganas que tengo de que regresés y verte y hablar y quererte en vivo y a todo color, como siempre lo hacemos; quiero dejar constancia a dos semanas de distancia desde que no te veo y dos más hasta que llegués, pero sabiendo aún que por acá no llegarás a pasear y mucho menos ver tu ausencia tan clara como si fuera una roca en mi espalda, que me hace subir y subir una cuesta sin fin y que se antoja casi eterna.

Esta lejanía me hace recordarte en nuestros rincones inventados, en nuestro carro y en nuestra casa -aunque por estos días, ninguno de los dos está- cierro mis ojos y despega mi imaginación como cuando inventabamos viajes por el Universo que tanto deseamos ver y me pierdo con un deseo provocado de que continúen esos recuerdos, recuerdos que me hacen sentirte acá, en mi casa y conmigo.

martes, 5 de febrero de 2008

La gran revelacion


A ver si entendí bien... Algo así me dijiste la otra noche, tratando de explicarme las diferencias entre hombres y mujeres; que me dices que aunque este siempre rodeada de masculinos mi condición completa y efectivamente femenina domina del todo mi vida; qué triste!!! Pero me consideras demasiado mujer para ser hombre y demasiado femenina para poder cambiar mi forma de ser; aunque si aceptas que no soy una mujer común. Soy más de lo normal y menos que demasiado!!! y me dices: - Sos más inteligente que la mayoría de las “bonitas”-. Esto es un halago viendo de ti, que vives sumergido en tu mundo de inteligencia y perfección.
Y la verdad es que me aburren las chicas, yo por ejemplo aunque me arregle las manos no voy contando que lo hice y no es lo más importante del mundo lo que leí en la última revista Cosmo –aunque si a veces la lea-; solo que, definitivamente y eso no puedo negarlo, tengo el gen de los zapatos, que no es que sea algo absolutamente femenino pero si se encuentra más de nuestro lado genético, a acepción de algunos chicos de esos que conocemos claro!!!!!
Bueno, me tratabas de "gurudizar" un tanto mi vida, un poco de revelación con sentido del humor, por supuesto (eso nuna falta entre nosotros). Me explicaste algo acerca de mi obsesión por los zapatos, por calzar siempre los pies perfectos… O sea el asunto es algo así como un complejo de Cenicienta muy inconciente que se vino a vivir conmigo sin que yo se me diera cuenta y esta manipulando mi existencia!! Jajajajaja…
Corrígeme si no me queda tan claro como tu me lo explicaste… Tienes todo el derecho de volver a escribirlo en caso de que no haya tomado en consideración todos los puntos y reflexiones al respecto.

“Para cada pie hay un zapato perfecto, es ese que no lastima, ese que es particularmente querido, ese zapato que hace que las cosas salgan bien, ese increible zapato que hace que te sientas extremadamente cómoda y feliz.
En la búsqueda del zapato X conoces miles de zapatos de diferentes colores, estilos, diseños, tacones y tipos… Todos ellos están ahí para enseñarte que NO son tu zapato perfecto, pero igual lo calzas y muchas veces, aunque duelan, insistes en usarlos aunque no sean cómodos solo bonitos!! y ese es un mal femenino más común de lo que crees."
Entonces llegué a la conclusión de que tu teoría Cenicentezca es acerca de este zapato perfecto.
Veámosla a continuación:
Cenicienta no calzó jamás tantos zapatos como lo hacemos las mujeres modernas, ella incluso no tenía zapatos (aunque si Disney la dibujó con mocasines negros, que no existían en esa época he de decirles). Simplemente no podía tener zapatos porque era la criada de su casa y en ese tiempo solo las señoritas, señoritos, señoras y señores tenían ese derecho. Pero en fin, lleguemos al grano del asunto, el día que ella calzó por primera vez las zapatillas de cristal que le regaló su maravillosa hada madrina – yo necesito una hada así- y eran tan perfectas que la cabrona bailó toda la noche con estos zapatos de vidrio y no se le hicieron ampollas, y conoció a su hombre perfecto…
Pero ahí no termina la historia: zapato perfecto = hombre perfecto?
Cenicienta bailó y bailó toda la noche (qué ahogo!!!) y conoció a este super sexy, cotizado, guapo y millonario hombre que se enamora de ella instantáneamente y queda prendido de su belleza y su encanto. Llegando a este punto, era así la historia Javi?
Entonces la hipótesis es: Debes encontrar el zapato perfecto para encontrar a tu hombre ideal?
He de explicar que parte de la magia sería perder el zapato en la escalonada salida y hacer que vuelva a vos, porque perder una zapato de ese calibre debe ser una verdadera tristeza!! Pero hay que hacer además que regrese con todo y hombre, que sea él quien te lo ponga y no quien te lo quite, como ya estamos acostumbradas.
Ah, pero seguramente te cuestionas la misma cosa y tenes la misma pregunta que yo te hice: Qué pasaría si mi zapato perfecto fuera una bota? Cómo hago para perderla en el camino de regreso y que la recojan y me la lleven de vuelta? Jajajajaja!!! Pues la respuesta fue muy clara:
-Nada de botas, estamos hablando de calzado, zapatillas que sean perdibles, zapatos que te queden bien solo a vos, que a las otras no les quede y que se quejen de dolores inhumanos pero a vos te calzan de maravilla como si anduvieras almohadillas en los pies en lugar de tacones número 10…
Será por eso que cada vez que veo un par de tacones tengo que probármelos? Será que estoy esperando a que mis zapatos mágicos aparezcan y me traigan consigo a un príncipe encantado?. Entonces, aunque cueste de aceptar, será que todas las adictas a los zapatos todavía creemos en cuentos de hadas todavía?
Menos mal que me dio por buscar príncipes entre zapatos Aldo Conti y no me dio por hacer lo de la Roberts en Pretty Woman!!!! Sin ánimos de ofender por supuesto!!!!
Te digo una cosa, tengo la esperanza de encontrar al mío pronto… porque ya no me caben los zapatos en los armarios…

domingo, 3 de febrero de 2008

De mis recuerdos

Una inevitable nostalgia invade mis sentidos cuadno miro a través de la ventana de la casa de mis padres. Nostalgia porque inconcientemente mis recuerdos me transportan por los tiempo de mi ingancia, durante los cuales no existían preocupaciones sobre la realdiad de la vida, que hoy alborotan mi cerebro queriendo descontrolarlo todo. Sin quererlo, al mirar la pequeña callecilla con el exesivo declive, corren juguetonas por mi mente las cascadas de agua que se formaban después de un aguacero y que solían transportarme por viajes interminables de mi infantil imaginación, cuando jugaba a ser el valiente capitán de un barco gigantesco que surcaba por los mares más lejanos y peligrosos que mi capacidad para interpretar historias podía permitirme. Ese silencioso vecindario de hoy, me permite escuchar aquellas carcajadas de niños -mis amigos y yo-, grabadas en las paredes de las casas, quizás alguna de nuestras madres cocinaba un oloroso picadillo de plátano verde o arracache, o quizás el aroma de la tradicional olla de carne que esperaba ser servida en alguna de las mesas; tal vez sería un postre azucarado, que al final sería parte de las provisiones que llevábamos a nuestras expediciones por los largos viajes a las calles vecinas, tan lejanas para nosotros en nuestra pequeñez. Ahora, miro esas casas y son las mismas que mi mente ha guardado a través de todos estos años, solo que, por alguna extraña razón, hoy son mucho más pequeñas que las mi mente de niño vió alguna vez.

sábado, 2 de febrero de 2008

Otra mas...

Te acuerdas de la pobre Penélope con sus zapatos de tacón, su bolso de piel marrón y su vestido de domingo; sentada la pobre infeliz en la estación del tren esperando por no sé cuánto tiempo a que volviera eso a lo que esperaba. Cuántos días, meses, años estuvo ahí estada por horas viendo llegar a la gente y en su mente ni siquiera sabía a ciencia cierta que era aquello que esperaba.
Ayer me sentí un poco perdida, algo así como una Penélope sentada sin saber qué estoy haciendo, con mis zapatos de tacón, con mi bolso de piel solo que no tenía ropa de domingo,-hace rato que nadie tiene ropa de domingo, eso se quedo en la infancia-; pero igual visto de “domingo” todos los días; que no se diga que no he aprendido mucho del fashion de mis amigos; sería una vergüenza extrema no dar lugar a todo lo que me han enseñado en el transcurso de los años que hemos convivido; bueno ellos me enseñaron más que de moda o de zapatos, la verdad me enseñaron a combinarme el alma, a que los colores que brillo vayan de acuerdo a los colores del fondo, a los de mis pensamientos, a los de los sentimientos que engendro desde lo mas profundo de mí.
Así que ahí estaba yo, sólo que yo no guardo silencio por tanto tiempo, creo que ninguna mujer lo logra, sólo la de esta canción. En fin, me permití abrir un pedazo de alma contigo, para que lograras ver más allá de lo que usualmente permito. Hablamos de oportunidades, de los momentos en que debería ser más yo y menos miedo; me dijiste cosas hermosas en los silencios y las risas, te permitiste escucharme por un momento y llenarme de abejas las orejas para que me hicieran cosquillas. He de confesar que converso mejor contigo que conmigo misma; yo en cambio me traiciono!!! Qué obsceno verdad!!! Pero es que me meto ideas en la cabeza que trastornarían a cualquiera y muchas veces, aquí viene la peor parte, lo hago adrede, masoquista innata jajajaja.... me hago tormentas de ideas y tornados de pasiones que se llevan todo a su paso.
Entonces estoy un poco como Penélope, esperando que llegue algo nuevo y no tengo la menor idea de qué es. Y es que talvez en mi furia de los días de esperar ya te he visto pasar y me he hecho la loca o talvez no tengo que ver nada más allá de mis ojos y es a mi misma a la que estoy buscando con desesperación. Si me pongo a analizar los hechos, si entro en mil detalles, me doy cuenta que la que más perdió fui yo! aunque haya salido ganadora de la batalla y aunque si yo conservo todo lo posible que pueda conservarse después del tornado que fuiste provocar.
Tengo mis confesores, a todos les confieso lo mismo… todos ellos me escuchan, yo me ato sus consejos con cordeles y me los cuelgo de las manos, a veces del cuello como arma homicida para que me recuerden aquello que debo o no debo hacer, porque ya te dije: mi otra yo es una infeliz traicionera, le encanta hacerme sufrir con sus palabras y me llena de estúpidos el corazón; no hablo de gentes sino de ridiculeces de esas que me regañas cuando no brillo, cuando me quedo gris sumida en mi misma.
Tengo el problema de ser muy terrenal, o mejor dicho muy carnal. Tengo el problema o la dicha de haber crecido con hombres y poder entender eso que sienten; me han heredado una pequeña parte de su capacidad genérica de dividirse entre cuerpo y alma, cosa que a las femeninas les es imposible, bueno por lo menos a la mayoría, que sufren por amores fallidos de momentos nocturnos donde no se dio más que un intercambio por un instante, por ese momento, de energía. Las he visto llorar tristes por esos “amores” perdidos que llaman…
Yo me he quedado tantas veces sin palabras… Esa es mi forma de ser que te confunde, la que al mismo tiempo te hace acercarte a mi y sentirte en casa; que me dices que me ablando contigo y eso no es cierto, eres tu quien se siente blando conmigo aunque no lo confieses; porque no tienes que jugar el papel del duro, de eso me hago cargo yo. Y yo me doy la vuelta y me duermo cuando ya no me respiras. Pero también soy la que te ama con fuego y se derrite entre tus brazos, esa que te ama porque quiere sentir amor; la que te ama porque me llenas de mariposas el estómago y me salen por la boca en forma de besos; la que te ama y se queda niña otra vez.
Yo me quede dormida en una banca de una X estación por mucho tiempo, fui una más; me quedé esperando que la vida llegara y no me había dado cuenta que estaba ya en ella y que jugaba conmigo.
Hoy me levante de mi banca; acomodé y desempolvé mi vestido para que luzca mejor que antes, mejor que nunca; que me de cierta gracia al caminar. Limpié mis zapatos de tacón con mis manos y sujete fuerte mi bolso; respiré profundo, arreglé mi cabello, le di un retoque a mi maquillaje y me fui a buscarte, he empezado a caminar entre la gente. Me he comprado un café sin azúcar –lo amargo me hace despertar-, lo he tomado mientras andaba; me he visto reflejada en los cristales de las vitrinas y he visto en el reflejo, esa a la que estaba buscando…

domingo, 27 de enero de 2008

Recordando

La agilidad de su cuerpo no se compara con el tamaño que tiene. Su corta estatura podría hacer suponer que es una mujer poco esforzada, sin embargo, su ágil caminar y el inmenso entusiasmo del que son objeto todos sus movimientos -aquellos concientes y los inconcientes también- determinan su personalidad inquieta, entusiasta, activa. Su piel canela y limpia, son el fruto de una excelente mezcla de razas, que es traducida en una ventaja visible, porque al completar más de medio siglo de andar por el mundo, no trae en su rostro las marcas indelebles de una vejez próxima, sino al contrario, su piel es tan lisa y sana, que esconde dentro, muy dentro, su verdadera edad.

Su negra cabellera determina la fuerza de la sangre materna, sin embargo, en medio de tan oscura brillantez, destacan algunas pocas canas que se hacen visibibles, solamente por el contraste de colores, blanco y negro.

Sus manos denotan agilidad para los trabajos duros, pero también para los cuidados y mimos de los que es capaz de dar a los que tiene a su alrededor. Esas manos han sabido lavar, tejer, cocinar y planchar; al mismo tiempo que acomodar un cabello despeinado, acariciar una cabecita dolorida, secar lágrimas de dolor, pero sobre todo, abrazar para consolar y apoyar respetuosamente una verdad, por dura y difícil que ésta sea para ella misma.

La luz de sus ojos nos transportan a lo largo de una vida bien vivida, pero con matices de nostalgia y sufrimiento, en ellos se refleja la conciencia adquirida através de los años, conciencia del valor humano y de todo el amor que sabe transmitir a nosotros, sus hijos.

Te debía esta mamá.