martes, 19 de agosto de 2008

Luna, la que mengua


Qué conocés de la luna, sal?

Conocés sus circuitos, sus entradas, sus salidas?

Conocés acaso cuando viene y cuando se va?

Has notado su rostro de verguenza y su cara de triunfo?

La luna, cuando mengua, es una maestra de la magia. Termina el día y todo queda en penumbras, todo es oscuro, tan oscuro que es imposible ver si no tenés una linterna. Pasan unas pocas horas y luego todo lo ilumina, porque nada es más oscuro que cuando va a salir la luz.

La oscuridad se alarga conforme mengua, pero menguando aún, es capáz de enfrentar al sol cuando amanece.

Aprende a ser como la luna. Menguante y altiva. Todo es perfección, aprende a reconocerla.

1 comentario:

ॐ Palabras Andantes dijo...

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir (J.Sabines)

un saludo, me gusta tu blog.
te invito a que me vistes =)